El kamishibai es un ancestral modo japonés de contar historias que se popularizó durante la crisis de los años 30 y fue perdiendo en popularidad a medida que la televisión y las historias animadas en la pantalla grande ganaban terreno en el gusto de los niños.
Actualmente el kamishibai ha sido recuperado como estrategia para invitar y difundir la lectura entre los más pequeños. Pero como ocurrió con la animación, el hecho de tener 'monitos' no debiera indicar exclusivo de la infancia y por otro lado, el hechizo que ejerce la narración oral ha demostrado ser inherente a cualquier escucha atento, sea un infante o persona entrada en canas, ... se imaginan algún famoso corrido mostrado lámina trás lamina por este medio? ... no, no es ninguna herejía, de hecho en su lugar de origen, las historias que algunas vez fueron épicos dramas de papel en kamishibai, mudaron a las hojas del manga para aterrizar en consagradas series de animación y cine de ficción que nada tienen que envidiarle a producciones como las que protagonizaron nuestros alabados enmaracados del ring!: http://www.zonafandom.com/adaptaciones/el-murcielago-dorado-ogon-batto-criticas-fandomeras-a-la-carta
continuando y ya para cerrar, el modo de atraer la atención de un público a media plaza, era haciendo sonar un par de intrumentos en forma de palitos llamados Hyoshigi, por los gaito kamishibaiya o cuentistas de Kamishibai para anunciar su llegada: http://es.wikipedia.org/wiki/Kamishibai
por supuesto guardando toda distancia y léase más a modo de comentario disperso, que estricta analogía; esto me evoca en cuanto al contacto que ocurre en cada presentación entre público y cuenta-cuentos, al organillero de banqueta en el df, al merólico de yerbas y pomadas en el zócalo de algún mercado, e incluso, a ciertos sonidos ambulantes que suelen pasar por la 'portada' de la calle como los aplausos del repartidor de pan, la flauta de pan del afilador, etc. sonidos en clave sólo para cultos del vencidandario y que conservan por encima de otras emisiones de audio la análoga calidez de su fuente a través de percusiones, alientos, o el propio viva voz.